El maltrato al artista callejero por parte del Estado no es sólo una cuestión local o nacional. La situación se repite, con distintos matices, en varios paises: represión, multas y secuestro de instrumentos. Barcelona es presentada como “la ciudad de la creatividad”. Sin embargo, las leyes van en contra de esta etiqueta que tantos turistas atrae al año. Allí rige la denominada Ley de Civismo, que pretende un control total de la vía pública. “Están privatizando la calle para obtener beneficios económicos. Buscan convertirla en un lugar impersonal, donde los ciudadanos no tenemos cabida más que como consumidores”, dijo Ingrid de la Torre.
Ingrid de la Torre es la realizadora del documental “Sin permiso”, en el que realizó un recorrido por las calles de la ciudad y filmó el maltrato y persecución constante de las Guardias Urbanas a los artistas y la decomisación de instrumentos. “La Ley Mordaza restringe el uso de las filmaciones de agentes. Han querido quitarme el trípode, me han golpeado la cámara y he recibido varias multas”, dijo De la Torre.
Entre 2011 y 2015, el Ayuntamiento de Barcelona secuestró más de 2000 instrumentos. Para recuperarlos, los músicos deben pagar la multa correspondiente. Hasta 2010, aquellos instrumentos que no eran reclamados, se quemaban o destruían. Este tipo de políticas también son utilizadas en países como Estados Unidos -Ley de Tolerancia Cero-. “Tanto la Ley de Civismo como la de Tolerancia Cero promueven cierta higiene social. Prohíben hacer un uso intensivo de la vía pública y es por esta razón que persiguen a los artistas callejeros”, dijo la realizadora.
En Barcelona existen varias asociaciones de artistas, pero aún no se han unificado para afrontar la situación. “Los movimientos sociales en Barcelona tienen una situación de gran desgaste y de individualismo. Aún no existe algo como el FAAO. Los compañeros de Argentina son un gran ejemplo moral”, dijo De la Torre sobre la lucha de los artistas argentinos.
Ángela Chuffo / R.G. / Comisión 03